Berbena y mi primera cena de empresa
Creo que Berbena, ahora mismo, es mi restaurante favorito ever. Y eso que tengo a Xavier Pellicer muy dentro de mi corazón como top top top. No sé si fue el día, la comida, la emoción o bien que fue mi primera cena de empresa (a falta de Andrés y Cristina) con 2 de mis personas favoritas. Laia, mi hermanita de corazón, alma gemela con 12 años menos que yo, petite nature como yo, maravillosa copy y de ideas infinitas. Y Nico, nuestro pequeño gran buddha que no se estresa por nada del mundo, y con sus 22 años nos da lecciones de marketing digital, finanzas y de vida vaya. Let’s go es su lema.
Decidimos celebrar todo lo bueno y todo lo menos bueno del momento y les lleve a cenar al Berbena. ¡Y vaya experiencia!
Me encantó el concepto de turnos y como no, al ser 2 belgas en el grupo y 2 petites natures, decidimos ir al de las 19h30 hasta las 21h30, cuando se acaba tu experiencia gastronómica. Vacían el restaurante, vuelven a montar todo y bienvenido al siguiente turno. Me encantó ese ritual.
Bien, por donde empezar. Primero, nos sentaron, para mi, en el mejor spot. Taburetes altos y yo estaba literalmente en la cocina, en medio de todo lo bueno. Un lugar privilegiado sin duda.
No recuerdo todo lo que pedimos, pero a cada plato que llegaba o bocado que probábamos habían sonidos y exclamaciones como “oh” “ahhhh” “buah” “prueba prueba…”. No parábamos de extasiarnos con la presentación, las mezclas, las texturas y además tenían una de mis cervezas favoritas de Dos Kiwis. Un calabacín asado con ricota y hierbas, gyozas con un caldito que te mueres de lo bueno que estaba, y mil platitos más que mi memoria no puede recordar ahora mismo. Pero lo que me encantó fue el primer entrante, que era una bandeja con un pan de esos de costa crujiente y miga brutal, mantequilla con alga nori para untar sobre ese pan…y los quesos…
Todo para acabar con un postre increíble que no le faltaba nada ni le sobraba nada, un helado de nata, aceite de oliva picual y sal.
Quiero volver ya…va Laia y Nico ¿Cuándo volvemos?